Era un día de esos grises en los que no te apetece levantarte, el viento soplaba fuertemente contra la cristalera rustica,fría y de cristales oscuros que decoraba toda la pared del salón.
Había que empezar el día aunque por el susurro del aire no pintara del color del arco iris, así que haciendo un gran esfuerzo salte de la cama y me puse en marcha.
Salí de la habitación tropezando como cada mañana con esa tórrida e inútil banqueta.
baje las escaleras estrechas y con aquella maldita baldosa despegada que me hacia saltar para no pisarla, corrí hacia la calle cruce la carretera y entre en el café " el escándalo ".
El frío era intenso y cortaba la piel.. aquel coqueto y caliente bar me devolvió a la vida..
un café calentito y a marchar.
hacia frío, mire a lo lejos, me frote las manos,estire los brazos la niebla blanca y espesa
no me dejo ver nada..comencé a andar , caminaba, vagaba..
pero a ningún lugar llegaba.
Después de varias horas vagando sin rumbo fijo, encontré un callejón , no era una maravilla pero me atrajo.. entre y mire a mi alrededor, allí no parecía haber nada, ni nadie,pero me equivocaba...
Un fuerte estruendo acompañado de una luz cegadora me hizo temblar...
Sali desplazado varios metros y me di un tremendo golpe contra el suelo, me incorpore rapidamente y mire asustado.. Aquella luz rojiza era impresionante...